lunes, 4 de enero de 2016

Propósitos para 2016: consigue un cutis perfecto, sano y cuidado.

¿Sabías que la piel es el mayor órgano del cuerpo? Es un órgano vivo, activo y en constante cambi que necesita cuidados específicos para mantenerse sano y en pleno rendimiento. Cualquiera sabe que la hidratación es fundamental, pero… ¿sabes por qué, y cómo conseguir una piel hidratada?  Una piel limpia es una piel bonita, siempre. Eso sí, lavarte la cara con jabón no es suficiente. 



No te pierdas las 10 reglas de oro para tener una piel perfecta, que pasan por hidratarla por dentro y por fuera, limpiarla con productos específicos dos veces al día, utilizar protección solar durante todo el año, exfoliarla al menos una vez a la semana, descansar adecuadamente para que pueda cumplir con sus funciones de regeneración, evitar la formación de los radicales libres (y sus estragos), abusar de los antioxidantes y llevar una vida sana, tanto en la alimentación como en los hábitos.

Por eso, te proponemos que este año incluyas, en tus propósitos de Año Nuevo, prestar un poco más de atención a tu piel. Mímala diariamente y sigue estos consejos, no sólo te verás mejor, sino que, además, retrasarás la aparición de signos de envejecimiento cutáneo.
Cuídate por dentro, y se notará por fuera. Te damos las claves que necesitas para conseguir, en el año que empieza, la piel que siempre has deseado. Toma nota
.

1 de 10 1. Hidratación non stop

Preservar la piel de la deshidratación es conservar su resistencia a las infecciones e irritaciones y mantener su aspecto, elasticidad y luminosidad. La piel se hidrata desde el interior y desde el exterior, por lo que es importante aplicar un producto hidratante  al menos dos veces al día (repitiendo, las veces que sea necesario, a lo largo del día), encontrarás nuestras cremas en http://www.latiendadearahi.es/index.php?id_category=109&controller=category 
y beber  de  seis a ocho vasos de agua al día. Si tu piel tiende a la deshidratación y se reseca o se vuelve tirante a lo largo del día, llevar un spray de agua termal en el bolso te vendrá de maravilla http://www.latiendadearahi.es/index.php?id_category=100&controller=category


2 de 10 2. Operación limpieza

Tu piel necesita una buena sesión de limpieza cada mañana y cada noche. Incluso si no te has maquillado, la polución, el humo del tabaco y de los coches, las partículas de polvo y otros agentes externos la ensucian. Acostúmbrate a seguir una rutina de limpieza facial nada más levantarte y antes de acostarte. Empieza limpiando la piel con un producto específico con pH no alcalino http://www.latiendadearahi.es/index.php?id_category=82&controller=categoryy  aplica un tónico si alcohol como nuestras aguasy termina con tu tratamiento habitual. Sólo te llevará 10 minutos al día, y tu piel te lo agradecerá.

3 de 10 3. Protección solar, incluso en invierno

Acostúmbrate a utilizar un protector solar (o un tratamiento de día que incorpore filtros UVA y UVB) durante todo el año, ya que los rayos ultravioleta no trabajan sólo en vacaciones, y su efecto es acumulativo. De este modo evitarás un envejecimiento prematuro de la piel, y prevendrás posibles futuros daños, como problemas de pigmentación o lesiones malignas.



4 de 10 4. Shhh…. Descansa

Un buen descanso es tan importante para tu bienestar general como para tu piel. Durante las horas de sueño, la piel realiza las funciones de regeneración celular, y, ayudada por un buen cosmético, trabaja para luchar contra los signos de la edad. Cuando no descansas, tu piel lo acusa: tono apagado, ojeras, falta de luminosidad. Intenta dormir por lo menos 7 horas al día, y deja que tu piel descanse.


5 de 10 5. Adiós a las células muertas

Sea cual sea tu tipo de piel, incluso si es muy sensible o delicada, la exfoliación es un proceso que no puedes olvidar en tu rutina de cuidados faciales. Además de eliminar las células muertas de la piel y mejorar su estado general y la microcirculación cutánea, evitarás la aparición de impurezas, al mantener tanto la piel como los poros limpios. Utiliza un producto exfoliante adecuado a tu tipo de piel al menos una vez por semana, verás la diferencia.




6 de 10 6. Stop a los radicales libres

Los malos hábitos alimenticios, el alcohol, el tabaco, la falta de descanso… contribuyen a la formación de radicales libres, los responsables de la oxidación, y, por tanto, del envejecimiento y el deterioro de todos los órganos, incluida la piel.  Intenta evitar estos hábitos en la medida de lo posible, y, por otra parte, utiliza productos capaces de contrarrestar su acción.


7 de 10 7. Vitaminas antioxidantes

Ayudan a neutralizar los efectos negativos de los radicales libressobre la piel. En determinados momentos del año, como en los cambios de estación y en épocas de estrés, es recomendable tomar suplementos  de vitaminas y minerales a base de vitamina C, E y betacaroteno, y utilizar cosméticos que contengan antioxidantes de eficacia tópica demostrada como las vitaminas C y E.


8 de 10 8. Ejercicio factible

Este año, proponte cumplir una rutina de hábitos de ejercicio. No te pongas objetivos demasiado exigentes o inalcanzables, ya que sólo servirá para desmotivarte. Organízate para, al menos, realizar tres sesiones a la semana de ejercicio aeróbico, e intenta mejorar tus hábitos diarios: utiliza las escaleras en lugar del ascensor, e intenta caminar más. Un buen truco para superar la pereza a la hora de salir a hacer ejercicio puede ser ir de shopping con tus amigas.



 9 de 10 9. Encuentra tu equilibrio

En épocas de carencias, cambios de estación o tras un período de enfermedad o excesos, la piel también necesita, como el resto del cuerpo, restaurar su equilibrio.  Nutrición adecuada, suplementos específicos, ejercicio físico moderado, cuidados cosméticos y actitud positiva son las bases. Si tienes cualquier duda, acude al dermatólogo. La meditación es una forma estupenda de recuperar el equilibrio entre cuerpo y mente.



10 de 10 10. Come sano

Intenta que tu dieta sea saludable y variada, rica en frutas y verduras, cereales integrales, aceites vegetales, pescado, carbohidratos complejos de bajo índice glucémico y proteínas no grasas. Además, los ácidos grasos esenciales, como el omega 3, tienen múltiples beneficios antiinflamatorios y drenantes, incorpóralos a tu rutina.

María Serralta 

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