El sol y las
temperaturas tan agradables, los días largos para hacer deporte, disfrutar con
los amigos, salir al campo… todo florecido y el olor a primavera, a azahar, a
naturaleza, todo eso es lo que trae consigo una de las estaciones más bonitas
del año, pero también otras peculiaridades menos positivas, como es el caso de
la alergia primaveral.
Sin embargo, no sólo
aquellas personas alérgicas sufren la llegada de la primavera. Existen muchas
personas que notan sequedad e irritación en la piel, rojeces e incluso lesiones
cutáneas. Esto se debe a las primeras exposiciones al sol junto con el
predominio en el ambiente de polen y demás partículas características de la
primavera, que requieren un cuidado de la piel para evitar sufrir de estos
problemas.
Igualmente, los cambios
de temperatura y humedad habituales en esta época pueden alterar nuestro cuerpo
y producir afecciones en la piel.
Por ello, nuestra
recomendación esta semana para evitar que la primavera afecte negativamente a
nuestra piel, comienza con una buena hidratación, algo que parecemos olvidar en
invierno, pero que resulta imprescindible pues una piel hidratada permite
neutralizar los radicales libres. Esto puede conseguirse mediante el uso
habitual de serums y leches corporales, especialmente si están fabricados con
componentes naturales como el aceite, aloe vera, etc., como los productos de
Arahí, que ofrece distintas leches corporales (de argán, rosa mosqueta, uva
roja…) así como cremas con base de aceite de oliva virgen extra (en formatos de
distintos tamaños), aguas florales y frutales, jabones líquidos, y una amplia
gama de productos faciales y corporales.
Para que nuestra piel
esté receptiva a esa hidratación y sus beneficios, no debemos olvidar realizar
un peeling periódico que elimine las células muertas, sobre todo en períodos
como el primaveral, cuando también debemos hacer uso de protectores solares y
otros productos similares para la exposición solar, otro factor que influye en
la piel.
Además, el cuidado de
la piel no sólo se realiza externamente, sino que la hidratación y la buena
alimentación también son muy importantes, especialmente el consumo de alimentos
ricos en betacaroteno como la lechuga, las espinacas o el melón, una rica fruta
ya de temporada. Y si todo esto lo completamos con un poco de deporte, ya
tenemos la receta perfecta para evitar que nuestra piel sufra las consecuencias
de la primavera y, en cambio, podamos disfrutar de la estación más bonita del
año.
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