viernes, 6 de mayo de 2016

¿Conoces tu tipo de piel?


Seguro que en numerosas ocasiones has escuchado hablar de la importancia de cuidarse la piel, protegerla, que la “piel tiene memoria”, que es nuestra carta de presentación, y es que no en vano, la piel es el mayor órgano del cuerpo humano o animal. En el ser humano ocupa aproximadamente 2 m², y su espesor varía entre los 0,5 mm (en los párpados) y los 4 mm (en el talón). Su peso aproximado es de 5 kg. Actúa como barrera protectora que aísla al organismo del medio que lo rodea, protegiéndolo y contribuyendo a mantener íntegras sus estructuras, al tiempo que actúa como sistema de comunicación con el entorno, y éste varía en cada especie. (Wikipedia)

En el aspecto de nuestra piel influyen muchos factores, además de como es evidente el paso del tiempo: las condiciones atmosféricas, el tabaco, una mala alimentación, el estrés o el uso inadecuado de productos cosméticos, dando lugar con todos estos condicionantes de forma negativa a una piel opaca, rugosa y con aspecto poco atractivo estéticamente, algo que nos preocupa a casi todas las personas.

Por todo esto, el primer paso para llevar a cabo los cuidados oportunos es conocer qué tipo de piel tenemos, algo que está determinado genéticamente, pero que podemos intentar mejorar para también retrasar el proceso de envejecimiento. En términos generales, se pueden distinguir cinco tipos básicos  de piel: normal, seca, grasa, mixta y sensible,  y cada uno de ellos posee unas características  particulares, que requieren un tratamiento específico.

Cómo identificarla y cuidarla adecuadamente
  • Es normal si… la textura es regular, sin problemas como granitos, rojeces o imperfecciones, y con una apariencia suave, limpia y sana.
Si este es tu tipo de piel, sigue una rutina suave de cuidado facial aplicando un buen limpiador todos los días y un exfoliante un par de veces a la semana. Usa una crema hidratante una vez al día que no sobrecargue mucho la piel.
  • Es seca si… Está tirante, opaca, áspera, quebradiza, los poros son diminutos y presenta arrugas y descamaciones.
En este caso, usa un limpiador facial que no seque demasiado la piel junto a un exfoliante solo una vez a la semana para eliminar las células muertas pero no lo uses demasiado tiempo ni te masajees muy fuerte. La crema hidratante dos veces al día, y además, evita espumas de afeitar y jabones que sequen la piel, usa un factor de protección de, al menos, 15 SPF cuando salgas a la calle y bebe mucha agua para prevenir la deshidratación, especialmente si trabajas o estás mucho con aire acondicionado.
  • Es grasa si… Tiene brillo y un tacto aceitoso, poros dilatados, granitos y/o puntos negros especialmente en las aletas de la nariz, textura resbaladiza o áspera.
Mantenla lo más limpia posible usando un buen limpiador facial dos veces al día y un exfoliante dos o tres veces a la semana (también con esta frecuencia una mascarilla de arcilla que seca y absorbe el exceso de grasa y suciedad). Es importante que la crema hidratante que uses no tenga aceites y que elimine los brillos (mate). Recuerda que debes evitar los jabones y productos que estimulen la aparición de grasa o que humedezcan la piel fácilmente.
  • Es mixta si… Presenta zonas de piel seca y grasa, especialmente si esta última se concentra en la frente, nariz y barbilla (zona T)
Ten cuidado de no usar productos demasiado abrasivos y que sequen demasiado tu piel ni tampoco demasiado grasos, ya que agravarán el problema. Prueba diferentes productos (recomendados para pieles mixtas) en diferentes zonas: sin aceites en las zonas grasas e hidratante en las zonas secas.
  • Es sensible si… Tiene tendencia a presentar rojeces, irritaciones, tirantez o picor, y a alterarse ante cualquier cambio, incluso emocional, aunque también con reacciones a productos de cuidado y/o afeitado, o incluso fragancias, con el sol o con ciertas comidas.
Evita todos los productos que contengan alcohol o productos químicos abrasivos. También los jabones salvo los indicados para este tipo de piel. Pruébalos siempre en la parte posterior de la muñeca. Protégete siempre contra el sol, incluso en climas fríos.

En este enlace podrás conocer qué tipo de piel tienes con un test específico. Y recuerda, en Arahí tenemos una amplia gama de productos para cada piel, siempre realizados con ingredientes naturales. Tu piel te lo agradecerá.

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