jueves, 2 de junio de 2016

Lo que comunican tus manos y tus uñas.


Observando las manos de una persona podemos deducir muchas cosas, entre ellas: su edad, el oficio al que se dedica, su higiene personal, etc. A pesar de todo lo que comunican, se consideran grandes olvidadas en su cuidado, cuando en realidad deberíamos prestarles la suficiente atención pues su piel es muy delicada, tiende a la sequedad, no cuenta con glándulas sebáceas y está expuesta a diario a todo tipo de inclemencias.

Las carencias en su cuidado pueden pasarnos factura a largo plazo, no en vano son una de las partes del cuerpo que reflejan con mayor crueldad el paso del tiempo.

Además, las uñas, dedos y palmas son unos de los principales indicadores donde los médicos se fijan para detectar enfermedades más severas, de hecho, algunos con solo mirarlos ya pueden tener pistas importantes sobre las enfermedades qué a veces son difícil de diagnosticar.

En el caso de las uñas presentan una serie de condiciones qué señalan la presencia de una enfermedad del cual especialistas se basan para poder realizar un diagnóstico, lo mismo para los dedos, piel y palmas de la mano.

Por todos estos condicionantes, es importante tener en cuenta ciertos cuidados para que la impresión que causa nuestras manos sea buena:

La exposición directa al sol facilita la aparición de estas manchas, por ello, no debemos obviar el uso de crema con un alto factor de protección en esta parte del cuerpo, en la mayoría de las ocasiones olvidada. Además, para evitar la aparición de manchas, la hidratación es fundamental tanto por dentro como por fuera, mediante una crema específica para manos y el consumo de mucha agua. Si a esto le unimos una dieta equilibrada con alimentos antioxidantes, nuestra piel se mantendrá libre de manchas, joven y sana.

Otros signos normales en nuestras manos pueden ser callos y durezas, símbolo de trabajos duros o esfuerzo, así como posibles daños que dejan cicatrices. En estos casos, el cuidado exige el uso de limas o piedras pómez para eliminar esas partes endurecidas, junto con el uso de una crema hidratante. Igualmente para las cicatrices, una crema con aloe vera como la que ofrece Arahí, ayudará a que desaparezcan.

Las uñas quebradizas o con manchas también denotan debilidad, que puede solventarse manteniendo una alimentación equilibrada y un cuidado frecuente que incluya, por ejemplo, la inmersión de las uñas durante 10 minutos en aceite de oliva o en productos con esta base (elixires puros de elementos naturales como los de la gama Arahí), pues el aceite aporta vitamina E además de todos sus beneficios naturales. 

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