¿Qué
es un autobronceante?
Se trata de un
cosmético que al aplicarlo en la piel aporta el tono del bronceado natural
durante un tiempo, pudiendo ser más o menos permanentes, dependiendo de su composición
y su modo de acción.
Algunos se eliminan
directamente con agua y jabón, en cierto modo son tintes o maquillajes para la
piel, y duran un día. Los que son más duraderos y no se eliminan tan
fácilmente, por su composición DHA, aportan color más permanente a la piel.
DHA, dihidroxiacetona o
glicerona, se trata de un carbohidrato, que se obtiene de forma natural en la
remolacha o la caña de azúcar. También se puede obtener de forma sintética por
oxidación del glicerol. Esto se descubrió hacia 1920, cuando científicos
alemanes observaron que al irradiar con rayos X la piel en la que se había
aplicado DHA, se bronceaba.
Para
broncearnos entonces, ¿mejor cremas, rayos o tomar el sol?
A muchos nos gusta
tostarnos bajo el calor del sol, pero es evidente que estas prácticas conllevan
más consecuencias negativas que beneficios, y aunque tomar el sol con
moderación es bueno para procesar según qué tipo de vitaminas, no hay que
perder de vista los daños que los rayos UV causan en la superficie cutánea:
quemaduras, rojeces, eczemas, irregularidades cutáneas, melanomas e incluso
cáncer de piel.
Las cabinas de
bronceado tampoco son el método más recomendable por producir quemaduras y ser
potencialmente cancerogénicas, además de nada recomendables para adolescentes,
pieles jóvenes, sensibles y embarazadas.
Trucos
para aplicar un autobronceador en rostro y cuerpo sin manchas
Es aconsejable tener
cuidado con la zona de las cejas y la línea entre la frente y el cabello para
evitar acumulaciones excesivas.
Comienza a aplicarlo de
abajo hacia arriba y en pequeñas cantidades. En dos horas comenzarás a ver los
resultados.
Lo primero que hay que
tener en cuenta para conseguir un bronceado ideal, uniforme y de acabado
natural es que la piel tiene que estar limpia, seca y libre de impurezas y
células muertas, de lo contrario podemos correr el riesgo de que las zonas que
no estén bien exfoliadas terminen teniendo una tonalidad más oscura que el
resto del cuerpo.
Cuando queremos
presumir de tono bronceado sin necesidad de haber tomado el sol es más que
recomendable utilizar un autobronceador en el rostro, muchos de ellos son aptos tanto para cuerpo
como para cara, pero siempre es más recomendable utilizar productos específicos
para la zona facial.
Cuida especialmente la
zona de las cejas
En el rostro hay que
tener especial cuidado en zonas como las cejas, evitando la acumulación
excesiva ya que podemos provocar un exceso de color. La línea entre el cabello
y la frente o la parte que separa las orejas del rostro suelen ser puntos
conflictivos por ello prestar especial atención y no utilizar cantidades
excesivas es de capital importancia. Utilizar el producto por el cuello, la
nuca y el busto es una regla inquebrantable si queremos que el efecto sea
natural y que por tanto sea imperceptible saber que hemos utilizado
bronceadores sin sol.
Una vez terminada la
aplicación del autobronceador hay que lavar nuestras manos de manera
concienzuda, insistiendo en las uñas y en los nudillos ya que la
sobreexposición ante los agentes bronceadores pueden provocar que las manos
tengan un color más marrón que el resto del cuerpo.
Para terminar solo
serán necesarios unos 2 ó 5 minutos como máximo para esperar a vestirnos. Y por
supuesto, tras 2 horas empezaremos a notar como la piel además de desprender
luminosidad empieza a oscurecerse como si hubiéramos tomado un baño de sol. Es
muy importante escoger una gama de bronceadores que no manchen la ropa, las
sábanas o las toallas.
Para mantener este tipo
de bronceados es muy importante mantener la hidratación de la piel en perfectas
condiciones.
Realmente no hay
momentos en los que los bronceadores no puedan ser utilizados. Hoy en día se
han dejado atrás los agentes bronceadores de origen químico y la gran mayoría
de marcas utiliza caramelos y sustancias de origen natural que aportan color de
una manera segura. Utilizar autobronceadores actualmente no conlleva ningún
riesgo o contraindicación ya que los colorantes y las sustancias bronceadoras
de origen químico han sido desechadas. La evolución de los bronceadores sin sol
ha sido espectacular desde su primera aparición durante mediados de la década
de los 50 del siglo XX y lejos han quedado los acabados anaranjados y tan
artificiales. Evoluciones en las formulaciones, en las texturas y en los aromas
que han llevado a desterrar de sus fórmulas los parabenes y derivados del
petróleo.
Fuentes: teinteresa.es
Blog.hola.com
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