jueves, 4 de agosto de 2016

Hidratarse por fuera y por dentro para disfrutar del verano


En anteriores post hemos dado mucha importancia a la hidratación de la piel, algo básico para mantenerla en perfectas condiciones y lucir radiantes. Pero más allá de la “hidratación por fuera”, también debemos considerar la importancia de “hidratarnos por dentro”, sobre todo en esta época del año, cuando el sol y calor no dan una tregua y puedan ocasionarnos algún que otro daño.

Como todos sabemos, nuestro cuerpo se compone en su mayoría de agua (aproximadamente el 60% del peso corporal). El agua en nuestro organismo se distribuye en la sangre, tejidos, orina… por eso en verano debemos prestar especial atención a la hidratación del cuerpo, ya que el calor aumenta la evaporación del agua y nuestra necesidad de hidratarnos.

Por tanto, debemos tener en cuenta la hidratación a dos niveles, interior y exterior, y será el primero de ellos en el que nos centremos hoy mediante algunos consejos:

1.      Hay que mantener un equilibrio entre la cantidad de líquido que eliminamos y la que ingerimos. El agua se utiliza para regular la temperatura corporal, realizar la digestión, aumenta la filtración renal… En condiciones normales, cuando nosotros ingerimos más agua de la que necesitamos ésta se elimina por medio de la orina. La sed nos recuerda que debemos ingerir líquidos para evitar la deshidratación.
¡Ojo! Las personas mayores no tienen sensación de sed, por eso en épocas de calor  deben beber agua aunque no tengan ganas, y los bebés y niños pequeños tampoco, y es la madre la que debe regular esta ingesta.

2.      Para hidratar nuestro cuerpo podemos tomar agua como tal o en forma de zumos, infusiones, caldos, batidos… o también frutas o verduras (que tienen agua en su composición). A continuación mencionamos algunas recomendaciones:

-    Pepino: Poseen un 96% de agua, cuenta únicamente con 17 calorías, ofrece nutrientes como potasio, vitamina C y fibras. Es ideal para la digestión, se recomienda que su consumo sea crudo para aprovechar sus beneficios.

-    Papaya: ayuda a la digestión, le brinda  más energía al cuerpo para reparar la piel, logrando que esta luzca radiante, igualmente gracias a que contiene vitamina A  se encarga de la salud y buen funcionamiento de diferentes órganos.

-   Sandía: es rica en vitamina C, ideal para conseguir una piel hidratante y buenas defensas en los organismos, aporta un 92% de agua, reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y varios tipos de cáncer, como el de próstata, ovarios, cervical, oral, faringe, esófago, pulmones y páncreas.

- Tomate: Al estar compuesto de licopeno (un poderoso antioxidante) lo hace un importante protector de la piel, combate contra el envejecimiento y el acné.
Cuenta con un  94% de agua y 20 calorías, es fuente potasio, fosforo, vitamina A y C.

-  Manzana: La manzana contiene 86% de agua, el consumo de una manzana  a diario aporta la fibra que el cuerpo necesita, es una de las frutas con mayor antioxidante el cual  disminuye el crecimiento de las células cancerosas, reduce el riesgo de poseer Alzheimer y disminuye las enfermedades del corazón.

- Vegetales de hojas verdes: La espinaca y lechuga aportan un 95% de agua, son ricas en vitamina A y C que como ya se ha dicho son especiales para el cuidado de la piel, poseen minerales, antioxidantes, y nutrientes que ayudan a la desintoxicación ayudando a eliminar las toxinas e impurezas de la piel, previenen el cáncer, preservan la memoria y mantienen una visión sana.

- Kiwi: Esta fruta tiene un 83% de agua, el consumo de un kiwi aporta más del doble requerimiento que tenemos a diario de vitamina C, gracias a que contiene fibra es excelente para regular el colesterol y la presión sanguínea, disminuye el riesgo de coágulos y baja los niveles de lípidos sanguíneos.

- Zumo de naranja: La naranja posee un 88% de agua, es rica en potasio, vitamina C, calcio, ácido fólico, aporta los nutrientes necesarios para la recuperación de la piel.

Por último, otros consejos que nos ayudarán a mantener la hidratación en este caso “por fuera”:

-Aplicar un protector solar de forma adecuada antes y durante la exposición al sol.
-Ducharse tras un baño en piscina, mar… (retirando el cloro y las sustancias irritantes de la piel).
-Puede ser necesario vaporizar agua sobre la piel cuando haga mucho calor o durante la exposición solar.
-Aplicarse crema a diario o aceite corporal tras la ducha.

-Utilizar una crema hidratante facial adecuada a cada tipo de piel, sola o como base de maquillaje.

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