martes, 22 de marzo de 2016

La exfoliación: imprescindible en tu rutina de belleza


Para una buena hidratación y poder lucir una piel tersa  y radiante es imprescindible previamente una buena limpieza y exfoliación.

Exfoliar es sinónimo de revitalizar la piel gracias a la eliminación de células muertas e impurezas.

Aunque no es un proceso diario, sí se recomienda realizarlo una vez por semana y es beneficiosa por varios motivos:

- Limpia, purifica y tonifica tu cuerpo
- Renueva las células
- Activa la micro-circulación
- Combate a la celulitis y la antiestética piel de naranja
- Evita que el vello se te enquiste
- Regula la piel grasa
- Elimina la sequedad en tu piel

El proceso consiste en humedecer la piel, realizar un suave masaje con movimientos circulares con tu manopla  humedecida e impregnada con el jabón, si es a nivel facial con los dedos o una esponjita muy suave, y a continuación aclarar con abundante agua preferiblemente tibia. Seguidamente un tónico y terminar con una crema hidratante.

En Arahí contamos con jabones cuyo componente base es el aceite de oliva, proporcionando la máxima higiene e hidratación, además de disponer de distintos aromas como el chocolate, vid roja, jojoba (para pieles atópicas) o el laurel, especialmente indicado para las pieles con acné, psoriasis, dermatitis y rosácea.

El proceso de exfoliación asegura una efectiva regeneración epidérmica, ya que elimina  por completo las células muertas que quedan adheridas en la capa superficial de la piel, dejándola tersa y más permeable para que esta pueda respirar y absorber los nutrientes y principios activos de los productos y cremas hidratantes y de rejuvenecimiento, además de que le permite a la piel respirar y estimular la oxigenación celular.

viernes, 18 de marzo de 2016

Llega la primavera y ¡hay que cuidarse!



Seguro que has oído infinitas veces eso de que “la piel tiene memoria”. Ese es el principal motivo para que debamos actuar y cuidarla a lo largo de todo el año, no sólo cuando creemos que el sol puede dañarla.

Sólo quedan unos días para que entre la primavera, esa época del año en la que tod@s salimos en busca del sol que no parece ser tan perjudicial como el del verano, y todo eso sin un proceso de “adaptación” de nuestra piel tras el invierno.

El frío de la estación invernal hace que, a pesar de que solemos ir “tapad@s”, nuestra piel se reseque, entre otras cosas porque tampoco la cuidamos como en el verano, cuando los protectores, las hidratantes y demás productos son un must para lucir cuerpo y rostro.

Pero, ¿cómo deberíamos actuar entonces antes de salir a la disfrutar de la primavera?

Entre las causas del envejecimiento de la piel se encuentran la deshidratación y la oxidación, que podemos observar en la pérdida de luminosidad, existencia de manchas y arrugas, sequedad… Para solventar esto, es necesario que la hidratemos y humectemos. ¿Cómo? El proceso es fácil:
- 1er paso y fundamental: una correcta limpieza de la piel, sobre todo si usas maquillaje. Limpieza matutina y nocturna con un producto adecuado para cada tipo de piel, junto con un tónico que ayude a la eliminación de impurezas, además de potenciar el efecto de la posterior crema hidratante. Además, una vez a la semana se recomienda el uso de un exfoliante.

- 2º paso: para cuidar nuestra piel tras su limpieza matutina se recomienda humectarla con una crema adecuada. La hidratación es la opción más adecuada tras la limpieza nocturna.

Importante: tras preparar nuestra piel según hemos indicado, la protección ante el sol también es fundamental, sobre todo en primavera y verano. Para ello existen multitud de productos que debemos aplicar en el rostro principalmente, sin olvidar cuello y escote, por su exposición continua.

Según recoge la revista “Muy Interesante”, un estudio recientemente publicado en la “Journal of Agricultural and Food Chemistry” ha demostrado que los flavonoles de las uvas también tienen un gran poder antioxidante y protegen a la piel de los efectos dañinos de la radiación ultravioleta.

Productos naturales como las frutas, miel o rosa mosqueta aportan a tu piel la reparación, hidratación y protección que necesita. Sólo tienes que elegir el que mejor se adapte a tu tipo de piel. 

jueves, 10 de marzo de 2016

El aceite de oliva, principal ingrediente para la salud de tu piel y tu belleza.

Conocedores natos de la dieta mediterránea y de su baza más destacada, el aceite de oliva, también queremos que conozcáis los beneficios del denominado “oro líquido” aplicado en productos de cosmética y belleza.



En anteriores post comentamos la importancia de conocer que componentes de los productos que usamos a diario pueden ser perjudiciales o de uso frecuente no recomendado: parabenos y otros conservantes, siliconas, ftalatos, fragancias sintéticas, sodium, etc.

Como usuarios debemos ser conocedores de qué estamos aplicando directamente sobre nuestra piel, basándonos en los efectos sobre nuestra salud, más que en lo superficial que engancha con la publicidad o el aroma del producto. Por ello, a continuación os mostraremos las facultades que el aceite de oliva tiene como hidratante, reparador, exfoliante, etc.

El Aceite de Oliva Virgen Extra es una gran fuente de vitamina E, indispensable para una piel más saludable. Gracias a sus propiedades para restaurar  la humedad de la piel y  favorecer la regeneración celular,  su aplicación en el rostro actúa como emoliente corporal y reparador y la protege de un envejecimiento prematuro,  por su alto poder antioxidante y por ser una fuente rica en ácidos grasos y triglicéridos.  Por su capacidad hidratante se aplica directamente sobre la barriga y los muslos en las embarazadas para evitar estrías, y también suele aplicarse en las cutículas para revitalizar las uñas.

Según recoge la web de actitudfem.com, también podemos usar el aceite de oliva para:

1. Rasurado perfecto. Puedes usarlo en vez de tu crema de afeitar tradicional para conseguir unas piernas perfectas súper rápido, sin dolor y sin irritación.

2. Adiós maquillaje. En lugar de tu desmaquillante tradicional, pon el aceite directamente en la piel y luego limpia tu rostro con un paño húmedo o una almohadilla de algodón.

3. Exfoliante. Para conseguir un exfoliante muy efectivo, barato y en casa, combina 1 cucharada de aceite con 2 cucharaditas de azúcar. Frota con movimientos circulares en la piel seca para remover las células muertas del rostro, labios, manos, codos o rodillas.

4. Cabello increíble. Este consejo es para todo tipo de cabello. Después de lavarlo, aplica en las puntas del cabello húmedo (no empapado) una cucharada de aceite. Así ayudas a que tu cabello recupere su fuerza y repare las puntas abiertas.

Es importante tener consciencia del peligro de quemaduras que existe si se usa aceite y nos exponemos al sol, por lo que se recomienda su uso por la noche. Las propiedades de este producto lo hacen uno de los tratamientos naturales más efectivos y benéficos dentro de la cosmética, por ello, desde ARAHí apostamos por productos con  aceite de oliva virgen extra de primera presión en frío como base.  

jueves, 3 de marzo de 2016

Mitos y realidades sobre los parabenos en cosmética



Los parabenos o parabenes, tan mencionados en la actualidad, son un componente químico usado como principal conservante sobre todo en productos de cosmética y en fármacos, aunque también se usa en la industria alimentaria. Pero, ¿por qué últimamente se indica en los productos que no llevan parabenos? ¿Tienen algún efecto perjudicial?

Eso es lo que queremos aclarar hoy, pues se ha difundido una creencia de que todos los parabenos son cancerígenos y perjudiciales para la salud, sin embargo, esta creencia tiene su parte verdadera y otra infundada.

Centrándonos en la rutina de cualquier usuario, es posible encontrar parabenos en productos de higiene como el gel, champú, acondicionador, desodorante, dentífricos o perfumes… y otros de belleza como laca de uñas o tintes del pelo.

Para comprobar si nuestros productos los contienen, sólo debemos mirar al dorso y buscar alguno de estos nombres: metilparabeno (methylparaben o E-218), etilparabeno (ethylparaben, E-214), propilparabeno (propylparaben, E-216) y butilparabeno (butylparaben), como los más usuales, aunque podríamos encontrar también otros menos comunes son isobutilparabeno (isobutylparaben), isopropilparabeno (isopropylparaben), bencilparabeno (benzylparaben) y sus sales.

La alarma respecto a estos componentes viene tras la publicación de estudios como el de “Concentraciones de parabenos en tumores de pecho en humanos“. J Appl Toxicol. 2004, que afirman su vinculación con el desarrollo de cánceres hormonales, como el de mama, por la rápida absorción que la piel realiza de éstos, que indican pueden integrarse por el torrente sanguíneo en 20 minutos.

Se le asocia también al uso de productos con estos componentes las anomalías en la piel, como dermatitis, pues los parabenos reaccionan a las radiaciones de UVB aumentando la producción de radicales libres y provocando un envejecimiento prematuro de la piel.

El tema crea controversia y son cada vez más numerosos los estudios e investigaciones centradas en los parabenos y sus efectos.

Existen parabenos que son perjudiciales para la salud y que están prohibidos como las formas de benzil-, pentil-, isopropil-, isobutil- y fenilparabeno (concretamente el benzilparaben no está permitido por su capacidad de provocar cáncer y la Unión Europea ha ordenado recientemente que se prohíban los parabenos isopropylparaben e isobutylparaben). En cambio, las formas de etil- y metil- se consideran seguros bajo la concentración permitida por la ley.

Son famosos los casos de Mercadona o Eroski, que eliminaron o sustituyeron algunos de sus productos cosméticos de marca propia por la alarma creada entre los usuarios de contener componentes cancerígenos.


La diversidad de opiniones y de documentación al respecto concluye en un uso adecuado y responsable de productos que puedan contenernos, teniendo en cuenta sus posibles efectos, pero considerando que no tiene que vetarse su uso, pues la capacidad de sensibilización de los parabenos en la población general se sitúa en la muchos estudios en torno al 1%.